Las puertas del silencio se cierran, azotando con gran fuerza en mi pálido rostro.
Las gritos infernales se estrellan en mis ventanas, rompiéndolas en mil filosos cristales, que cortan mi piel y me hacen sangrar.
Es entonces, donde no hay otra cosa que mas desee, que el brutal y penetrante sonido de la voz, en sinfonía con el dulce tono del ángel de música, llamándome a escapar.
Siento una fuerza circular en mi cuerpo, me sofoca con ritmos acelerados, se detiene
en mi cabeza y me hace gritar... Mi espíritu se libera....
Las gritos infernales se estrellan en mis ventanas, rompiéndolas en mil filosos cristales, que cortan mi piel y me hacen sangrar.
Es entonces, donde no hay otra cosa que mas desee, que el brutal y penetrante sonido de la voz, en sinfonía con el dulce tono del ángel de música, llamándome a escapar.
Siento una fuerza circular en mi cuerpo, me sofoca con ritmos acelerados, se detiene
en mi cabeza y me hace gritar... Mi espíritu se libera....
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