Mi pecho arde, mis pupilas se dilatan, no se que demonios pasa.
Eterna duda que mata mis neuronas, deseos de salir corriendo
por puertas que abro facilmente con gritos de desesperación, pero
a la vez azotan en mi cara con una fuerza inexplicable.
Destellos de la muerte que me llama cada vez que pienso en ella y en él.
Quisiera despertar de esta profunda pesadilla que alimenta a mi odio y a mis inseguridades.
Al lado de mi dulce soledad siento las llamas del infierno, por mi mente se reflejan los mas oscuros sentimientos y las mas perversas visiones de él acariciando sus espinas y oliendo su prutefacto perfume de engaño y deseo incontenible.
Se despiertan mis mas enfermos instintos, mis mas malvadas acciones... Aléjate de mi no quiero lastimarte, demasiada furia recorre mi sangre.
Sedienta de dolor y de pena, luces del nuevo amanecer se estrellan en mi ventana, siento el cálido sentimiento de despertar otra vez, pero la horrible sensación que me mata cada día, sin razón alguna.
Mi mente enferma desearía ver el péndulo de su ser al lado de mi cama ahogado en miedo y confusión, paisajes sangrientos reflejados en mi espejo...
¿Qué han echo de mi malditos y despreciables celos?.....
Eterna duda que mata mis neuronas, deseos de salir corriendo
por puertas que abro facilmente con gritos de desesperación, pero
a la vez azotan en mi cara con una fuerza inexplicable.
Destellos de la muerte que me llama cada vez que pienso en ella y en él.
Quisiera despertar de esta profunda pesadilla que alimenta a mi odio y a mis inseguridades.
Al lado de mi dulce soledad siento las llamas del infierno, por mi mente se reflejan los mas oscuros sentimientos y las mas perversas visiones de él acariciando sus espinas y oliendo su prutefacto perfume de engaño y deseo incontenible.
Se despiertan mis mas enfermos instintos, mis mas malvadas acciones... Aléjate de mi no quiero lastimarte, demasiada furia recorre mi sangre.
Sedienta de dolor y de pena, luces del nuevo amanecer se estrellan en mi ventana, siento el cálido sentimiento de despertar otra vez, pero la horrible sensación que me mata cada día, sin razón alguna.
Mi mente enferma desearía ver el péndulo de su ser al lado de mi cama ahogado en miedo y confusión, paisajes sangrientos reflejados en mi espejo...
¿Qué han echo de mi malditos y despreciables celos?.....
y es que los celos son así, pero nunca es bueno guardarse tamaño sentimiento, celebro que aproveches tu blog para expresarlo.
ResponderEliminarestamos en contacto.